El lenguaje de la culpa: las distorsiones cognitivas.
la culpa se expresa a través de un lenguaje exigente e inflexible que nos hace sentirnos mal. Este lenguaje esta formado por distorsiones cognitiva que es importante cambiarlas para poder sentirnos mejor con nosotros mismo.
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El lenguaje de la culpa: las distorsiones cognitivas.

Como comenta Laura Hernangomez Criado, en Cómete el mundo, cuando hablamos de «culpa», hablamos de un concepto que nos inculcan desde bien pequeños para que podamos aprender lo que está bien y lo que está mal, de manera que aparecerá si rompemos una norma importante o alguna expectativa, en forma de juicio crítico con el formato «deberías…, o no deberías…».

La culpa suele ser tradicional, le encanta quedarse anclada en normas que en el pasado fueron útiles por algún motivo, pero que hoy ya no sirven. Esas normas se suelen mantener por hábito, sin cuestionarlas, porque formaban parte de las normas de tu familia, escuela, amigos… En su día el sentimiento de culpa seguramente te protegía de las consecuencias que en ese momento tú sentías que no podías afrontar con respecto a tu familia, profesores, amigos, … pero quizá ahora ya no tengan sentido.

A veces el problema no es tanto la norma, sino la forma con la que se plantea. Es normal que aparezca cuando algo que hemos hecho sentimos que no es adecuado. El malestar o el arrepentimiento nos ayuda a tomar responsabilidades para reparar y/o corregir en un futuro y no volverlo a repetir. Hasta aquí todo normal, el problema es cuando la culpa, intentando que no lo volvamos a repetir plantea la norma de forma idealista y rígida a través de expresiones muy generalizadas o distorsionadas, de manera que no tolera errores, no perdona, exige al máximo, por encima de las emociones y limitaciones y castiga duramente si no se llega. Juzga duramente como si hubieras podido decidir en circunstancias óptimas, pone una lupa gigante sobre tus deberes y tus errores, mientras ignora tus derechos, tus aciertos, tus cualidades y tus puntos fuertes.

Este lenguaje de la culpa se expresa a través de lo que nosotros llamamos «distorsiones cognitiva», es decir, malos hábitos de pensamiento que muchas personas utilizan para interpretar la realidad, y que causan problemas.

Palabras como «debería», «perfecto», «fracaso», «todo», «nada», «traición», «desastre», «horror», generalizar en lugar de concretar y contextualizar, personalizar como si fueras el centro del universo, centrar toda la atención en un solo error, ignorando otros factores importantes que intervienen en el evento es el lenguaje de la culpa que nos machaca sin compasión.

Para poderla confrontar es importante cambiar la narrativa, es decir la forma en la que estamos expresando lo que nos está pasando. Así algunos ejemplos serian:

  • Sustituir «debo, beberia» por preferiría, me gustaría, querría, me gustaría, me hubiera gustado, no me gusta…, me gustaría hacer… pero la realidad es… por lo que decido…
  • Sustituye «perfecto» por lo mejor que pude o suficientemente bueno
  • ¿Qué significa que has fracasado…, que has traicionado…?
  • Sustituye «siempre, nunca, todo, nada, desastre, horror» por a veces, a menudo, desagradable
  • Sustituye «culpa» por responsabilidad.
  • Sustuye «soy …» por una «me he comportado…
  • Si puedes repara el daño
  • Si puedes saca un aprendizaje personal de lo que ha sucedido
  • Piensa en otros factores que pudieron influir en el evento: circunstancias, mala suerte, conducta de otras personas. Todo influye, tu tienes una parte de responsabilidad entre todo lo demás.
  • Reconstruye el contexto real.
  • Recuérdate tus derechos frente a la lista de «deberías»; sobre todo «tengo derecho a equivocarme».
  • Recuerda las cosas que te han gustado, en las que has sido coherente con tus valores, las que has hecho bien. Lo positivo también necesita ser econocido y valorado.

Adaptado de… http://cometeelmundotca.es/index.php/blog/item/201-las-gafas-de-la-culpa

Magdalena Cubel Alarcón

Psicóloga Clínica Valencia Benimaclet

Centro Psicológico MCA

 

 

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