El pasado…, pasado está.
Es importante centrarse en el aquí y ahora para poder afrontar las situaciones difíciles a las que nos enfrenta la vida. El pasado, pasado está y no se puede cambiar, pero el presente lo podemos modificar para construir un futuro diferente.
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El pasado…, pasado está.

Dicen que la terapia racional emotivo conductual (TREC) nació cuando Albert Ellis estaba pasando consulta a una paciente que sesión tras sesión culpaba a su padre de todo su malestar emocional. Por aquel entonces Albert Ellis practicaba el psicoanálisis y ni corto ni perezoso le soltó a su paciente: “Por Dios, deje a su padre en paz!!, su padre murió hace 20 años!!”. En aquel momento se produjo un cambio de chip tanto para la paciente como para Albert Ellis. En ese momento empezó la TREC.

Enmuchas ocasiones culpamos a nuestro pasado de nuestro malestar emocional. Nos cuesta asumir la responsabilidad de nuestras emociones. Culpamos a aquel acontecimiento, a aquella persona que nos hizo tanto daño!!!… de nuestra situación emocional actual. Nos olvidamos constantemente que no es el acontecimiento, aquel amigo, nuestro padre… el que nos provoca el malestar emocional sino que es lo que nosotros pensamos sobre ese acontecimiento, sobre el amigo, sobre nuestro padre… Nosotros somos los únicos responsables!!!, nosotros escogemos como queremos encontrarnos.

Con el pasado ocurre una cosa muy curiosa y es que le damos mucho valor, sin embargo, el pasado fue de la única manera que pudo ser y el futuro será de la única manera que podrá ser. Sobre el futuro aún tenemos alguna posibilidad de trabajo, pero anclarnos en el pasado es muy absurdo porque por mucho que nos empeñemos no lo vamos a poder cambiar. El acontecimiento pasado no es el que nos causa una perturbación sino que soy yo el responsable de mantener esa perturbación en mi cabeza. Tenemos que desconectar lo que ocurrió con lo que pasa ahora en nuestras vidas.

Igualmente, muchas veces tenemos la creencia irracional de que si en el pasado hubiera tomado la alternativa que no tomé las cosas me hubieran ido mejor. Eso es totalmente falso porque no tenemos ninguna prueba de que las cosas nos hubieran ido mejor, también solemos tener por ahí la creencia irracional de que “o sí o sí, siempre debo escoger la buena elección”… En definitiva tenemos muchas creencias irracionales relacionadas con el pasado.

Aquí van algunas creencias que nos pueden servir para cuestionar esas creencias irracionales relacionadas con el pasado:

– Lo que es pasado ya está dicho y hecho. Lo que es importante es lo que puedo darle a mi presente y a mi futuro.

– Es mejor concentrarme en lo que estoy haciendo hoy, en vez de concentrarme en lo que hice o no hice ayer.

– Es mejor ocuparme en el presente, en lugar de preocuparme acerca del pasado.

– El pasado ya no va a ser mejor, ya pasó.

– Las malas decisiones que se tomaron en el pasado no tienen por qué repetirse en el presente.

– Porque algo pasó una vez, no significa que tenga que seguir pasando.

– No puedo reescribir la historia y cambiar las cosas que pasaron.

– Reclamar por las injusticias del pasado no va a hacer que nos sintamos mejor.

– Haber sido tratado, injustamente, en el pasado es una de las razones importantes, para tratarme a mí mismo justamente, en el presente.

– Puedo usar lo que no me mato en el pasado para hacerme más fuerte, emocionalmente, en el presente.

– El trato de algunas personas hacia mí como si yo no valiera, no significa que yo no valgo. Lo que alguien dice no es automáticamente cierto.

– Sentir lástima por mí mismo, enojo con los otros, culpa o vergüenza sólo me ayuda a mantenerme lejos de la felicidad en el presente y en el futuro.

– Lo que yo me diga a mí mismo en el presente es mucho más importante que lo que los demás me hayan dicho en el pasado.

– Las experiencias pasadas no me representan. Representan vivencias, que he experimentado, pero no me hacen mejor o peor persona.

– Mi pasado no es mi enemigo. Mi enemigo es la manera como yo pienso sobre mi pasado.

– Lo que me ha pasado es importante, pero más importante es lo que yo decida hacer con eso.

– Voy a tratar de surgir poniendo mi pasado atrás y cambiando mis pensaientos y sentimientos acerca de eso, pero no voy a lastimarme a mí mismo, si en algún momento no lo logro.

– Vivir si preocuparnos más de la cuenta es la mejor revancha.

Magdalena Cubel Alarcón
Psicóloga Clínica Valencia
(Adaptado de «Reflexiones de Mónica»)

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