¿Lo que pedimos a nuestros hijos, es lo mejor para ellos?
La autora trata de hacer refleflexionar a cerca de los horarios escolares y extraescolares que tienen los adolescentes y si lo que les exige la sociedad y por supuesto los padres es lo que realmente va a hacer felices a nuestros hijos.
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¿Lo que pedimos a nuestros hijos, es lo mejor para ellos?

¡Llega Octubre y por fin todo se normaliza! Parece que los niños ya van a coger el ritmo y los papás también, pero para mi sorpresa, este año los horarios no van a ser iguales.
Mi hija ha cambiado de ciclo, 1º de la ESO, todo un reto y un cambio para todos. De repente pasan al instituto y “se consideran mayores”, pero no porque nosotros se lo mostremos, sino porque la sociedad los lleva a ese destino. Los centros escolares los consideran mayores, ya no quieren que los acompañes al colegio, se van con sus amigos, ya no quieren que ejerzas control sobre ellos porque “son mayores”… “mamá, qué van a pensar mis amigos?” y sin embargo siguen teniendo 12 años.
Debo de ser muy “carca”, porque yo a esa edad aún jugaba con la Nancy, y ni me planteaba decirle a mi madre que me dejara salir sola con las amigas, a no ser que estuviéramos en el pueblo.

Pues bien, he de admitir que mi hija “es mayor”, pero yo me pregunto si los Sres. del Ministerio de Educación lo verán como yo. De repente cambian los horarios y pasan a entrar algunos días a las 8 de la mañana, pero no terminan al medio día, siguen saliendo a las 5 de la tarde, y yo me pregunto ¿aprenderá algo algún alumno a las 3 de la tarde?, porque si yo me planteo hacer ese tipo de jornada, y a las 5h, al salir del centro escolar tengo que acudir a baloncesto, gimnasia, funky o natación por no hablar de las clases particulares de inglés o repaso, creo que no tendría fuerzas para poder estudiar o hacer los deberes cuando llegara a mi casa a las 7h.

Y esto es lo que les estamos pidiendo a nuestros hijos. Jornadas leoninas de 12 horas diarias que ningún sindicato permitiría realizar en ninguna empresa. Pero además lo que más me preocupa es que veo sus caras cuando llega el jueves… no pueden con su alma, necesitan que se termine la semana y aún queda un día.

Y sigo pensando… en una época en la que es tan habitual el “retraso de fase” como trastorno del sueño, en la que los adolescentes, por serlo, sufren una modificación en su ritmo circadiano, entrándoles el sueño una/s horas más tarde y despertándose por la mañana una/s más tarde, es cuando los señores que hacen los horarios escolares deciden que han de levantarse más pronto y ampliar horarios, claro que entiendo que pensarán que por la tarde descansarán o se acostarán antes. ¿Tendrán o habrán tenido hijos adolescentes estos señores?

No se los demás, pero en mi experiencia, la mayor parte de los niños y por supuesto los adolescentes no se acuestan a la hora que deberían hacerlo para estar descansados y despejados al día siguiente. Primero porque no les da tiempo, con todas las cosas que tienen que hacer, y segundo porque no se quieren perder las “estupendas” series que hacen en la Tv y que les enseñan a “normalizar” cosas que en la vida real no son tan normales.

Creo que es momento de sentarme y analizar con mi hija hasta dónde puede llegar, qué actividades es capaz de realizar para llevar un buen ritmo y qué horario de estudio y sueño puede establecer para poder llegar al viernes sin dificultad. Además creo que los fines de semana sería bueno dejarle descansar sin agobiarla con más actividades.

Para disfrutar de la vida no hay que hacer grandes cosas, y una de las que más nos permite saborearla es andar por ella sin “estrés”, a nuestro propio ritmo. Pensemos y tratemos de respetar cuál es el ritmo de nuestros hijos, exigiéndoles aquello que pueden dar, sin incurrir en la competitividad.

Magdalena Cubel Alarcón

Psicóloga Clínica Valencia (Benimaclet)

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