Cuentos para prevenir el consumo de drogas
El objetivo de esta publicación es aportar un instrumento a los padres y las madres para trabajar con sus hijos de entre 6 y 12 años la prevención del consumo de drogas a través de la educación emocional.
Los niños aprenden a través del juego, la actividad lúdica es su manera de conocerse y conocer también la realidad que les rodea. El juego les permite inconscientemente interiorizar conceptos y habilidades que después les serán útiles para manejarse con sus amigos y con ellos mismos. Por eso, hemos escogido el lenguaje de los cuentos para enseñar a los niños conceptos y habilidades relacionadas con la prevención en el aprendizaje y el manejo de sus emociones. Los cuentos son el idioma que más les motiva, son un instrumento ideal que une a padres e hijos en torno a una misma actividad y es un vehículo excelente para que los padres puedan educar en valores y habilidades.
Existe una correspondencia, ampliamente contrastada en numerosos estudios, sobre la relación entre consumo de drogas de los hijos y el tipo de comunicación familiar existente en un núcleo familiar. Y también sobre la relación entre el déficit de habilidades emocionales de una persona (como la falta de autocontrol, de empatía o de habilidades para manejar la frustración o soportar situaciones de crisis) y su necesidad de consumir drogas. Enseñar a los padres e hijos habilidades para reconocer sus emociones, para manejarlas y para empatizar con las emociones de los demás son habilidades imprescindibles que les ayudarán a no necesitar de las drogas para lograr ser felices y llenar de sentido sus vidas.
En esta publicación mostramos cuatro cuentos donde diversos personajes infantiles viven situaciones que les provocan emociones difíciles de manejar (el descontrol emocional, la falta de empatía, la envidia, la tristeza, etc.) y que van resolviendo de distinta manera a lo largo del relato. El objetivo de cada cuento es aportar a los padres y las madres un instrumento sencillo y natural que les ayude a charlar con sus hijos sobre las emociones, el papel que cumplen y la mejor manera de manejarlas.
La educación emocional consiste básicamente en enseñar a conocer las propias emociones (saber percibirlas, controlarlas y gobernarlas) saber identificar las emociones de los otros y empatizar con ellas. A través de su lectura, y del diálogo que surgirá en torno a ella, estos relatos les servirán de excusa a los padres para poner nombre a las emociones.
A lo largo de los cuentos hallarás situaciones que te servirán de excusa para hablar sobre las emociones con tu hijo/a. Después de cada relato encontraréis una batería de preguntas que pueden ayudaros a dialogar sobre las emociones al finalizar el cuento y una reflexión sobre sus contenidos, de manera que pueda serviros de guía en la conversación con vuestros hijos.
Magdalena Cubel Alarcón
Psicóloga Clínica Valencia (Benimaclet)
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