Son niños que se exigen más de lo que realmente pueden para su edad o características personales y ese exceso de exigencia acaba siendo una carga para ellos.

Dan grandes muestras de enfado y decepción cuando no consigue que las cosas salgan de la manera que las habían pensado, pero también pueden evitar realizar tareas en las que sienten que no lo va a hacer bien.

Características de la sobre exigencia

  • No les gusta nada perder
  • Les molesta que los demás hagan una pequeña broma o se rian a su costa
  • Se muestran sensibles a todo tipo de fracasos
  • Evitan tareas que no se les dan bien
  • Evitan probar cosas nuevas
  • Son muy sensibles a las críticas
  • Buscan la aprobación y reconocimiento de otros
  • Son algo más rígidos respecto a los resultados y creen que sólo hay una forma de hacer las cosas
  • Tienden a resaltar los errores en sus hermanos o amigos, demostrando que su manera de hacer las cosas es la correcta

¿Qué podemos hacer?

1. No elogiar más de lo necesario

A veces la sobre exigencia aparece cuando el niño está demasiado acostumbrado a escuchar las palabras “muy bien”. Puede entender que sus padres esperan de él que siempre haga las cosas “muy bien”. En base a esa premisa el niño evita hacer las cosas que no le salen “muy bien” y sufre estrés cuando se enfrenta a tareas nuevas. Hay que reforzar aquello que hacen bien, y ayudar a que realicen aquello que creen que no les saldrá bien, para que se acostumbren a que cometer errores es lo normal.

2. Controlar las expectativas

A veces la sobre exigencia es una actitud que transmitimos con nuestras altas expectativas. Mantén las expectativas al nivel de tus hijos.

3. Pon el énfasis en el proceso, no en el resultado

Los niños sobre exigentes se caracterizan porque se miden en función de sus resultados. Premia y refuerza su esfuerzo durante el proceso mas que el resultado.

4.Entrenar la tolerancia a la imperfección

Demuestrales que tú también cometes errores y que no pasa nada. Lo importante es aprender de ellos.

5. Enseñarle a reirse de sí mismo

Reirse de los propios defectos es una de las características de las personas con altos niveles de confianza y una herramienta útil para liberar tensión social. Los niños sobre exigentes suelen tener dificultades para aceptar la risa de otros cuando tiene que ver con sus errores; participar quitándole importancia le ayudará.

 

6.Controlar nuestra propia actitud personal

Uno de los aspectos que más influye en la sobre exigencia de los niños son las actitudes de los padres con ellos mismos. Si el niño observa un padre que se frustra cuando no consigue lo que quiere el niño entenderá que los pequeños fracasos son tragedias y evitará las situaciones en las que haya posibilidad de fracaso, por pequeño que sea. A veces los padres más sobre exigentes se exigen que sus hijos sean tan perfectos que ni siquiera sean exigentes consigo mismos.

7. No resolverles los problemas

Los padres de niños sobre-exigentes tienden a rescatarlos de las dificultades. Esto transmite un doble mensaje al niño; el primero es que “Fracasar no es una opción” y el segundo es “Mis padres creen que no soy capaz de asumir el fracaso”.

8. Enséñale a ser constante

Además de ayudarle a reducir sus expectativas y asumir con más deportividad los fracasos, le podemos enseñar a no rendirse ante esos mismos fracasos, a volverlo a intentar y planificarlo de otra manera para que pueda salir mejor. Tirar la toalla a la primera no es una opción.