6 junio, 2016
In
Adolescencia
Para convivir con un adolescente…
- No le des ordenes “porque sí”. Explícale lo que quieres conseguir y razónale los motivos.
- Anima a tu hijo/a a participar en las decisiones familiares. Así será más fácil que cumpla lo acordado.
- Enséñale a distinguir lo que es bueno o malo a través de tus acciones.
- Ofrécele tu experiencia, pero déjale la responsabilidad de aceptar o rechazar tu consejo.
- Préstale atención sin agobiarle.
- No intentes controlarlo en todo momento… Que sepa que confías en él/ella.
- Crea un clima familiar de ayuda, comunicación y afecto.
- Enséñale a resolver los problemas cotidianos.
- Dedícale un tiempo, préstale atención y no le interrumpas mientras habla.
- Evita darle sermones.
- Háblale en positivo
- Intenta no alarmarte ni enfadarte cuando exprese su opinión sobre un tema difícil, aunque no coincida con tu punto de vista.
- Haz comentarios respetuosos, sin ofenderle ni humillarle.
- Procura no utilizar palabras como “siempre”, “nunca”, o “todo”, son generalizaciones que anulan lo poco positivo que haga.
- Ponte en su lugar para intentar comprender lo que te cuenta.
- Recuérdale sus cualidades y elógiale cuándo lo merezca.
- Evita compararlo con sus hermanos o amigos, porque a la larga provoca frustración.
- Déjalo que tome decisiones para demostrarle que confías en su capacidad de elección.
- Dale responsabilidades acordes a su edad. Pero recuerda que a mayor responsabilidad, mayor libertad.
- Enséñalo a organizarse y a proponerse metas claras que pueda conseguir.
- No lo culpabilices y acepta que puede equivocarse. Es necesario darle una segunda oportunidad.
- Edúcalo para enfrentarse a las críticas, para que acepte las justas y se defienda, con buenos modales, de las injustas.
Magdalena Cubel Alarcón
Psicóloga Clínica de Valencia (Benimaclet)
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