¿¿¿Posibilidades???? El aguilucho.
El miedo nos paraliza y nos instala en nuestra zona de confort. No haber hecho antes algo no implica que no lo podamos hacer. Es importante confiar en las posibilidades y cualidadades que podemos encontrar en nuestro interior para poder traspasar la zona de confort a la velocidad que necesitemos y así poder crecer.
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¿¿¿Posibilidades???? El aguilucho.

Erase una vez un granjero que, mientras caminaba por el bosque, encontró un aguilucho malherido. Se lo llevó a su casa, lo curó y lo puso en su corral, donde pronto aprendió a comer la misma comida que los pollos y a acomportarse como estos.

Un día un naturista que paseaba por allí le preguntó al granjero:
-¿Por qué este águila, rey de todas las aves y pájaros, permanece encerrado en un corral con los pollos?

El granjero contestó:
– Me lo encontré malherido en el bosque, y como le he dado la misma comida que a los pollos y le he enseñado a ser como un pollo, no ha aprendido a volar. Se comporta como los pollos y, por tanto, ya no es un águila.

El naturista dijo:
– El tuyo me parece un bello gesto, haberle recogido y haberle curado y cuidado. Además, le has dado la oportunidad de sobrevivir y le has proporcionado la compañía y el calor de los pollos de tu corral. Sin embargo, tiene corazón de águila y con toda seguridad, se le puede enseñar a volar. ¿Qué te parece si le ponemos en situación de hacerlo?
– No entiendo lo que me dices. Si hubira querido volar, lo hubiese hecho. Yo no se lo he impedido.
– Es verdad, tú no se lo has impedido, pero como tú muy bien decías antes, como le enseñaste a comportarse como los pollos, por eso no vuela. ¿Y se le enseñáramos a volar como las águilas?
– ¿Por qué insistes tanto? Mira, se comporta como un pollo y ya no es un águila, qué le vamos a hacer!! hay cosas que no se pueden cambiar!!
– Es verdad que en estos últimos meses se está comportando como los pollos. Pero tengo la impresión de que te fijas demasiado en sus dificultades para volar. ¿Qué te parece si nos fijamos ahora en su corazón de águila en sus posibilidades de volar?
– Tengo mis dudas, porque ¿qué es lo que cambia si en lugar de pensar en las dificultades, pensamos en las posibilidades?
– Me parece una buena pregunta la que me haces. Si pensamos en las dificultades, es más probable que nos conformemos con su comportamiento actual. Pero ¿no crees que si pensamos en las posibilidades de volar esto nos invita a darle la oportunidad y a probar si esas posibilidades se hacen efectivas?
– Es posible
– ¿Qué te parece si probamos?
– Probemos.

Animado el naturista al día siguiente sacó al aguilucho de su corral, lo cogió suavemente en brazos y se lo llevó hasta una loma cercana. Le dijo:
– Tú perteneces al cielo, no a la tierra. Abre tus alas y vuela. Puedes hacerlo.

Estas palabras persuasivas no convenciero al aguilucho. Estaba confuso y al ver desde la loma a los pollos comiendo, se fue dando saltos a reunirse con ellos. Creyó que había perdido su capacidad de volar y tuvo miedo.

Sin desanimarse, al día siguiente, el naturalista llevó al aguilucho al tejado de la granja y le animó diciendo:
– Eres un águila. Abre las alas y vuela. Puedes hacerlo.

El aguilucho tuvo miedo de nuevo de sí mismo y de todo lo que le rodeaba. Nunca lo había contemplado desde aquella altura. Temblando, miró al naturista y saltó una vez más hacia el corral.

Muy temprano al día siguiente el naturista llevó al aguilucho a una elevada montaña. Una vez allí le animó diciendo:
– Eres un águila, abre las alas y vuela.

El aguilucho miró fijamente a los ojos del naturista. Este, impresionado por aquella mirada, le dijo en voz baja y suevemente:
– No me sorprende que tengas miedo. Es normal que lo tengas. Pero ya verás como vale la pena intentarlo. Podrás recorrer distancias enormes, jugar con el viento y conocer otros corazones de águila. Además estos días pasados, cuando saltabas pudiste comprobar que fuerza tienes en tus alas.

El aguilucho miró alrededor, abajo hacia el corral, arriba hacia el cielo. Entonces, el naturista lo levantó hacia el sol y lo acarició suavemene. El aguilucho abrió lentamente las alas y finalmente con un grito triunfante, voló alejandose en el cielo. Había recuperado por fin sus posibilidades.

Conclusiones

Es cómodo mantenernos donde y como estamos sin arriesgar. Cambiar suele llevar implícitos temores que debemos superar.

Es importante fijarneos en nuestras posobilidades y cualidades positivas para seguir adelante y para realizar nuestros actos.

Es importante evitar centrarse únicamente en las didicultades o en lo negativos, esto no nos ayuda a avanzar, solo nos permite quedarnos inmóviles o avanzar con miedo.

Es posible que tengamos cualidades que podemos potenciar que ni nosotros mismos conocemos.

Fábula.
Magda Cubel Alarcón.
Psicóloga Clínica de Valencia (Benimaclet)
Enero 2012

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