Algunos ejercicios de relajación para niños.
De entre las diferentes técnicas que aquí se presentan, sería conveniente elegir para cada niño la que le proporcione mayor nivel de relajación. Por ello, es importante practicar más de una para que sea él/ella quién decida cual desea practicar, o cuál le funciona mejor cuando se encuentre nervioso.
SENCILLAS TÉCNICAS DE RELAJACIÓN PARA NIÑOS
1. RELAJACIÓN DE MANOS Y PIES.
- Cerrar con fuerza la mano derecha, aguantando y contando mentalmente hasta 5.
- A continuación, abrir la mano con mucha fuerza, lo máximo posible, contando hasta 5.
- Se repetirá este ejercicio 3 veces.
- Finalmente, se dejará sentir la mano relajada, y se percibirá como fluye la sangre por la mano.
- Se repetirá el ejercicio con la mano izquierda. La clave está en observar la diferencia entre tensar y destensar.
- A continuación, se relajarán los pies de la misma manera. Se cerrarán los dedos de los pies todo cuanto sea posible, contando mentalmente hasta 5 para posteriormente abrirlos al máximo. Se volverá a repetir el ejercicio 3 veces con cada pie.
2. RELAJACIÓN DEL CUELLO
Estando sentado o de pie (con las piernas ligeramente separadas) suavemente el niño moverá el cuello y la cabeza 6 veces de derecha a izquierda ( es necesario explicarle antes de realizarlo que debe practicarse suavemente para no hacerse daño) como si se tratara del movimiento de un búho, o el péndulo de un reloj. Coger aire y al soltarlo trasladar la cabeza, intentando rozar con la barbilla el pecho, muy lentamente. Parar, volver a coger aire, y al soltarlo mover la cabeza en sentido contrario.
3. RELLENAR DEL CÍRCULO
Se dibujará en una hoja un círculo pequeño, del tamaño de una moneda de un céntimo. Se le pedirá al niño que la rellene con puntos durante un minuto sin que se salga del círculo; los movimientos deben ser lentos, no puede pintar con mucha fuerza ni mucha presión. Puede pedírsele que alterne puntos fuertes con puntos débiles.
4. SEGUIR LAS GOTAS DE LLUVIA
Los días de lluvia, en los que es imposible salir de casa, se puede ayudar a los niños a relajarse. Hay que ponerse delante de una ventana y el niño seleccionará una gota de lluvia en el cristal. Con el dedo irá siguiendo en avance de la gota de lluvia, mientras se hace más grande y se une con las demás. Una vez llegado a la parte baja del cristal, se seleccionará otra gota (si a las mamás les preocupa excesivamente la limpieza de los cristales, no es muy adecuado. Terminará muy estresada). Se puede hacer, también, con las gotas de la ducha.
5. MOMENTO RELAX
Se tumba al niño en la cama o el suelo y se cuenta tranquilamente el número de segundos que permanece inmóvil. Se le explicará que podrá ser capaz de lograr permanecer inmóvil el número de minutos como años tiene. Mientras lo hace deber respirar lenta y profundamente, sin correr.
6. LLENAR PULMONES
El niño permanecerá sentado o de pie, con las piernas ligeramente separadas. Se le pide que llene los pulmones de aire, despacio, contando mentalmente hasta 5. Luego se le pide que aguante el aire contando nuevamente hasta 3. Se le pregunta ¿Notas como el aire quiere salir? y continuaremos diciendo: suéltalo despacio, contando hasta 5. Repetiremos el ejercicio 3 veces.
7. IMAGINA EL OBJETO
Se le pide al niño que visualice un objeto (da igual cual sea, siempre que no sea de gran tamaño. Puede valer un clip, una cucharilla, un pendiente, etc). A continuación se le pide que cierre los ojos y durante 10 segundos, imagine el objeto. Debe centrarse en imaginar sus contornos, la forma, el tamaño, etc. Y su respiración debe ser lenta y profunda.
8. HACER POMPAS
Dele al niño un bote para hacer pompas. Sentados frente a él, le pediremos que realice una gran pompa. Hay que explicarle que con cada pompa vamos a soltar un poco de tensión, nervios, estres… Se pude buscar una frase o una palabra para repetir con cada pompa: -“soplo”, “despacio”, “sin correr”, «controlo», «tranquilo»… puede valer. Incluso se puede decir el nombre de su color favorito mientras se sopla el aire para hacer la pompa. El adulto dice la palabra en voz alta lentamente, y el niño la repite mentalmente mientras sopla.
Magdalena Cubel Alarcón
Psicóloga Clínica Valencia (Benimaclet)
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