Estilos educativos que hacen de tu hijo un irresponsable.
El artículo describe como los estilos educativos democrático-permisivo e hiperprotector no favorecen la independencia y responsabilidad en los hijos. Por el contrario sirve para hacerles débiles y que siempre esperen que papá y mamá les resuelvan los problemas.
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Estilos educativos que hacen de tu hijo un irresponsable.

.- Déjame el juguete, fea.-  Si, cariño
.- No quiero verdura, quiero patatas. – Si cariño
.- Quiero que me compres ropa hoy. – Si cariño
.- Sal de mi habitación, tonta. – Si cariño
.- Deberías darme las gracias por haberte ayudado. – Si cariño
.- Suspendí porque me tienen manía. – Si cariño
.- Si estoy así es por tu culpa.- Si cariño
.- Nadie me comprende más que tu. – Si cariño
.- Mi jefe es un cabrón. – Si cariño
.- Cualquier puesto no es bueno para mi, merezco algo muy bueno. – Si cariño                                                                                                                  .- No puedo vivir sin tí. Si cariño.                                                                  .- La comida la quiero a las 2. – Si cariño
.- Estoy metido en un lío, sálvame. – Si cariño
.- La vida es injusta conmigo. – Si cariño

Si te fijas, a las diferentes peticiones y/o exigencias arriba expuestas, la respuesta siempre es la misma. Aunque las formas no hayan sido las adecuadas.

Esto no es bueno para tu hijo. Los hijos «necesitan que los ayudes. Necesitan que les digas NO«.

Según Nardone, Giannotti y Rochi, existen varios estilos educativos y tanto el enfoque «Democrático-permisivo» como el «Hiperprotector» podrían incluir frases como las arriba indicadas.

El estilo «Democrático-Permisivo» se caracteriza por la evitación de conflictos por parte de los padres que entienden que es mejor ceder a cualquier petición de los hijos antes de alterar la paz familiar. Las reglas cambiarán constantemente para satisfacer las necesidades de los hiñas y no pondrán límites. Las reglas de la vida familiar serán determinadas entre todos, al igual que las reglas y las sanciones; es muy democráticos y un caldo de cultivo seguro para hacer hijos tiranos. Este estilo educativo tambien piensa que para resolver un problema de un hijo es mejor reforzar su autoestima, asegurándole días fantásticos donde no hayan fracasos; pero tristemente esto no es real, porque la autoestima crece cuando los éxitos los consigue uno mismo.

El estilo «Hiperprotector» está formado por padres que resuelven absolutamente todos los problemas y deseos de los hijos, les hacen la vida más fácil, eliminan las dificultades y hacen las cosas por ellos. El mensaje con el que crecen los niños es «no te preocupes por nada, los papás lo resolverán», pero este mensaje tienen un doble sentido y es que lo que realmente le transmiten al hijo es que no es capaz de resolver nada, y que sin tu familia no podrás conseguir nada en la vida, de manera que con el tiempo este empieza a asumir que no puede resolver nada, evita hacer todo lo que los demás pueden hacer por él. El hijo crece creyendo que todos el mundo tiene que hacer las cosas por él y él no tiene porqué dar nada a cambio, consolidando el crecimiento de un hijo «egoísta incapaz de afrontar ninguna situación de la vida». Estos padres buscan continuamente posibles dificultades de su hijo para anticiparse y prevenir; no aplican consecuencias y si imponen algún castigo nunca se llega a cumplir, por lo que el hijo aprende que los premios no están relacionados con el esfuerzo o el comportamiento, sino que son porque sí. La madre lo suele hacer todo y el padre asume el rol de «colega» de su hijo, y el hijo crece sin tolerancia a la frustración, se desanima a la mínima y reacciona con enfado si sus deseos y necesidades no son satisfechos.

Los dos modelos aquí descritos tienen en común la falta de exigencia a los hijos, son niños sin obligaciones y con todos los derechos. Se les da todo sin pedirles nada a cambio y esto impide desarrollar la capacidad de tolerar la frustración, por pequeña que sea. Así se crían hijos incapaces de resolver ningún tipo de problema.

Magdalena Cubel Alarcón
Psicóloga Clínica Valencia (Benimaclet)

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